sábado, 22 de marzo de 2008

Golondrinas


Desde hace varios años, viene sucediéndose una extraña ida y venidas de Golondrinas, nada de eso es extraño, lo extraño es que anida en mi casa en un falso techo de chapa a la alcance de mi mano, ni siquiera se inmuta de lo cercano que estamos, parece ser que somos ya casi familiares. Cuando estar el caer de la noche, durante los meses de febrero hasta bien entrado el verano, sigue su curso inmutable. Algunos años vienen varias parejas, no lo podía soportar, me ponía los patios llenos de restos y excrementos de las mismas, le puse una bolsa negras donde anidada y no dejaba nido en los recodos. Mi lavada estaba a salvo, pero aunque ya no era numerosa la familia, uno de ellos si seguía viniendo y por muchos trucos que le pusiéramos, como discos de Cd, colgados de un hilo, para que la asustase, se le notaba que era un truco ya conocido por ellas, desconozco si es hembra o macho. Pero es precioso, no es típico de negro entero, tiene unas manchas rojas en su cabeza, como si fuese parches.
Muchas noches me he quedado a solas varios ratos, intentando imitar sus sonidos, o solo mirando, en la contemplaciones me entretenía haciendo elubrucaciones, como es posible que se acuerde del lugar exacto de donde anidan desde otros años, o no son las mismas aves, si tienen memoria, que es lo que busca en este lugar que no encuentra en otro lugar. Es increíble, pero la imaginación, las preguntas y las repuestas calladas, me enseñaba a verlas como están, a estar más consecuente con los demás seres vivos, a conocer que todos tenemos nuestros caminos escritos, algunos se pierden, otros se perseveran en su cometidos, y nada se le inmiscuyen en sus días a días.
Golondrina viajera, de dónde vienes, que solo tus alas le son suficientes, para volar a cualquier lugar, tiene la comida en cualquier parte y tienes un buen lugar donde cobijarte, te encontrara bien avenida aquí en mi casa, pero déjame conocer tus secretos. Yo también quiero volar, encontrar otros lugares donde volver siempre otros años, donde me trate bien y donde pudiera cobijarme.
Te conozco de ayer, pero siempre te veo en cada año nuevo distinta, o eres más mayor o eres otra, hija suya supongo, pero no importa, al menos me acompaña como si fuese mi mascota, mis sentidos se ponen en éxtasis contemplándote cada noche como un hijo más de la familia.
Todos te queremos, siempre será bienvenida.

No hay comentarios: