domingo, 30 de noviembre de 2008

Dias de lumbres.



Los días como hoy , solo invita a estar cerca de una fuente de calor, si es una lumbre con su chimenea, hará la delicias de este placer milenario, y gratuito, a pesar de que también tenemos otras fuentes, como la calefacción central, estufas o radiadores de todo tipo.
Pero el primero es indiscutible por la sensacion familiar que hay cerca de el, se habla de todo y se siente cerca de los suyos, a la misma vez que sirve para calentar cualquier comida que se precie, así como asarse los famosos asados,churrasco o sardinas, se esta cerca de una fuente de calor, fuego y humo, placeres mundanos y gratuitos, solo se necesita leña y una buena chimenea.

Recuerdo que en mi casa , teníamos dos chimeneas, una de ellas, se usaba mucho para las cosas de la matanzas que solíamos hacer en estas fechas, se llenaba de cantaros, ollas de agua y pucheros, toda clase de viandas, solíamos calentar y tostar el pan, para untarlochimenea se mantendría siempre encendida casi todo el invierno, de ella se sacaba también las ascuas para el brasero que de aquellos años era lo único que teníamos, no lo olvidares nunca. Era todo mucho mas humano, mas personal.

Esta mañana en mi lugar de la churrería, he anhelado aquellos recuerdos, porque la piel aprieta cuando el frió es penetrante, y eso que yo tenia el calor del propio fuego de la churrería, pero ese calor no me calentaba, recordaba aquel de mi infancia, y anhelaba aquellos sabores y recuerdos. Una lumbre en una chimenea es una estampa para siempre.

Aun hoy no se alejara el frió invernal, al menos nos consolamos que aquí no ha cuajado la nieve como en otras partes de nuestra península, ni ha hecho tanto frió como en el norte o en el sureste.
Yo reconozco que soy muy friolero, demasiado, sin embargo la calor la soporto a un nivel alto, creo recordar que eso es debido a la cantidad de horas de saunas que abrieron mi poros de la piel y ya no pudieron cerrarse, por lo que transpiro con mayor efectividad, pero sin embargo el frió me puede. Es la química de lo que estamos hechos.

He estado observando un largo periodo de tiempo , como transcurría los limites, se notaba que estaba lloviendo silenciosamente toda la noche, y el caudal no mermaba nada en un puñado de horas, al contrario se subíafurgón churrería. A veces se oía chirría el aceite hirviendo con las pequeñas gotas de agua que caía en su superficie de la sartén, haciendo un ruido ensordecedor e irritante e incluso peligroso, en este caso es mejor alejarse de ello, e incluso cerrar el portón mas cercano a la hornilla. Son momentos que he vivido muchas veces y siempre recuerdo la magia que se produce.Sin duda alguna el mejor lugar es estar cerca de una chimenea de lumbre.... con la grasa y exquisitos paladares de los marranos. La los pequeños riachuelos de agua que se hacinaba en ambos lados de la calle, donde se espinaba los linderos, donde terminaba aun mas, lo peor era el viento que soplaba con fuerza que llevaba en su fuerza restos de agua que impregnaba mi cara y toda superficie de mi churreria.

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